Vivir en modo supervivencia y la desconexión del deseo
Introducción
“Todo lo que hago es un proceso.”
“No me llena nada.”
“Cumplo con mi vida, pero no la siento.”
Estas frases, aunque parecen cotidianas, reflejan un profundo malestar emocional. Muchas personas viven así: sin chispa, sin motivación, con la sensación de que la vida avanza pero ellas no están realmente presentes.
Si alguna vez te has sentido desconectado de ti mismo, no estás solo. Lo que experimentas no significa que estés mal, sino que probablemente llevas tiempo viviendo en modo supervivencia emocional.
¿Qué significa vivir en modo supervivencia?
Vivir en modo supervivencia es un estado psicológico en el que no se vive plenamente, sino que se resiste.
Algunas señales de este estado son:
- Hacer lo que toca, pero no lo que deseas.
- Vivir apagado, aunque no te sientas triste.
- Funcionar en automático, sin presencia ni disfrute.
- Aguantar porque no ves otra opción.
Este mecanismo aparece como una forma de protección del sistema emocional: evita el sufrimiento, pero también limita la capacidad de sentir placer y conexión.
¿Por qué entramos en este modo de supervivencia?
1. Porque ser uno mismo no fue seguro en algún momento
Quienes crecieron en entornos donde expresar emociones era castigado, ignorado o ridiculizado, aprendieron a reprimir sus deseos y necesidades. El mensaje interno se convirtió en:
“No sientas. No pidas. No desees. Solo sobrevive.”
2. Porque el automatismo se cronifica
Muchas personas entran en una rutina (trabajo, familia, obligaciones) sin detenerse a preguntarse si lo que hacen conecta con quienes son hoy. Con el tiempo, pierden contacto con el deseo y aparece el vacío existencial.
3. Porque hay heridas emocionales no resueltas
El vacío puede ser también un duelo pendiente:
- La infancia que no se tuvo.
- La vida que no se eligió.
- Las veces que no se defendió lo propio.
- Partes de uno mismo que quedaron atrás.
Distorsiones cognitivas que mantienen el modo supervivencia
El vivir en automático no solo apaga el deseo, también genera pensamientos distorsionados como:
- “Si fallo, decepciono.”
- “No termino nada porque soy un vago.”
- “No puedo permitirme parar.”
- “No valgo lo suficiente.”
Estas creencias suelen ser herencias emocionales, mensajes aprendidos en la infancia, y en terapia psicológica se trabaja para reconocerlos, cuestionarlos y reemplazarlos por una voz más real y compasiva.
Síntomas de vivir en modo supervivencia
Algunas manifestaciones frecuentes son:
- Vacío emocional: nada se siente auténtico.
- Baja energía crónica: cuesta iniciar o sostener actividades.
- Pérdida de deseo: no sabes lo que quieres o nada te motiva.
- Aburrimiento existencial: la vida se percibe sin sentido.
- Autoexigencia: la perfección paraliza y evita empezar.
- Fuga emocional: llenarse de tareas o distracciones para no sentir.
¿Cómo salir del modo supervivencia y reconectar con el deseo?
1. Reconocer el estado sin juzgarte
No estás roto ni loco. Estás adaptado a experiencias pasadas que exigieron protegerte. Hoy puedes comenzar a vivir desde otro lugar.
2. Identificar al crítico interno
La voz que te dice “no vales” o “nunca acabas nada” no es tuya. Es un aprendizaje heredado. En terapia se trabaja para poner en duda esa voz y cultivar un diálogo interno más sano.
3. Explorar el deseo de forma gradual
El deseo no se recupera con exigencia, sino con curiosidad. Pregúntate:
- ¿Qué me haría sentir vivo hoy, aunque sea algo pequeño?
- ¿Qué puedo probar sin esperar un resultado perfecto?
Ejemplos: caminar sin rumbo, escribir sin objetivo, cocinar sin receta, conversar sin plan.
4. Recuperar momentos de presencia
La reconexión empieza con instantes breves de autenticidad. No se trata de obligación, sino de reencuentro contigo mismo.
Ejercicio práctico: responde a estas preguntas con calma:
- Algo que siempre me generó curiosidad es…
- Algo que haría aunque no me saliera bien es…
- Algo que me conecta con mi cuerpo es…
- Algo que me da silencio interior es…
- Algo que haría si no hubiera juicio es…
Conclusión
Vivir en modo supervivencia fue, en su momento, una estrategia legítima para sobrellevar el dolor. Pero no tiene por qué ser el único modo de vivir. Con compasión, presencia y nuevas decisiones, es posible reconectar con el deseo y recuperar la sensación de estar vivo.
Recuerda: invertir en tu bienestar emocional es la mejor inversión que puedes hacer, porque contigo mismo es con quien pasarás toda tu vida.
👉 Si te identificas con este artículo y quieres trabajar en tu proceso personal, la terapia psicológica puede ayudarte a salir del modo supervivencia y reconectar con tu deseo de vivir plenamente.
Si necesitas ayuda profesional para mejorar la menera de comunicarte contigo y los demás, no dudes en contactarnos.
Contacta con nosotras por Whatsapp o Reserva tu primera cita gratuita.